En el capitalismo
gobiernan políticos corruptos, con
sus socios y financistas, empresarios
corruptos, en nombre de una supuesta “justicia social”. Y lo que siempre ocurre es que terminan robándose
los dineros públicos.
En el socialismo
ocurre exactamente lo mismo. Gobiernan políticos
corruptos, con sus socios y financistas, seudoempresarios corruptos, en nombre de una supuesta “justicia social”.
Y lo que siempre ocurre es que terminan robándose
los dineros públicos. PERO, ADEMAS, DESTRUYEN TODO LO QUE CONSIGUIERON.
Y ejemplos hay de sobra para quien los quiera ver.
Es decir, “si no nos coge el chingo, nos coge el sin
nariz”.
El cuento de la “ideología” se reduce a una simple excusa
para robar.
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