El gran problema de Venezuela es que está gobernada por
una pandilla de criminales que lleva 18 años limpiándose el trasero con la constitución.
La que ellos mismos impusieron. No respetan ninguna ley. Han creado toda una
parafernalia “legal” y todo lo manipulan para que siempre les favorezca.
Por la
ley, “por las buenas” o por elecciones, estos degenerados no saldrán.
Pero les auguramos un final cercano. Venezuela y el
mundo no pueden seguir soportando esta vergüenza universal, de una banda de
delincuentes narcotraficantes gobernando un país de gente decente.
Un país que, además, arrastra con la vergüenza de haber
sido gobernado por tiranos la mayor parte de su historia.
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